Las plantas necesitan micronutrientes, que incluyen B, Cl, Cu, Fe, Mn, Mo, Ni y Zn, en concentraciones muy bajas para un crecimiento y reproducción adecuados. Sin embargo, a pesar de sus bajas concentraciones en los tejidos y órganos de las plantas, los micronutrientes tienen la misma importancia que los macronutrientes para la nutrición de las plantas. En estas bajas concentraciones, los micronutrientes son fundamentales para el crecimiento y desarrollo de las plantas, actuando como constituyentes de las paredes celulares (B) y de las membranas celulares (B, Zn), como constituyentes de enzimas (Fe, Mn, Cu, Ni), como enzimas activadores (Mn, Zn) y en la fotosíntesis (Fe, Cu, Mn, Cl) (KIRKBY; ROMHELD, 2007).
El contenido inadecuado de micronutrientes en los cultivos, que limita su crecimiento y que puede pasar desapercibido, no sólo tiene un efecto directo en el desarrollo de los cultivos, sino que también reduce la eficiencia del uso de fertilizantes que contienen macronutrientes. Además, los micronutrientes (Cu, Mn, Zn, B) están particularmente involucrados en la fase reproductiva del crecimiento de las plantas y, en consecuencia, en la determinación de la productividad y calidad del cultivo cosechado (KIRKBY; ROMHELD, 2007). Los micronutrientes se pueden aplicar directamente al suelo, mediante fertirrigación, fertilización foliar o tratamiento de semillas (GONÇALVES et al., 2019).
Debido a la dificultad de distribuir uniformemente los micronutrientes mediante la fertilización, a pesar de las pequeñas cantidades requeridas, el tratamiento de semillas mediante peletización representa una alternativa viable para la fertilización (Ohse et al., 2001). Además de sus bajos costos y menor cantidad de fertilizante requerida, la aplicación presenta mayor uniformidad de distribución (Parducci et al., 1989) y buen aprovechamiento por parte de la planta, demostrando ser una práctica efectiva y de fácil ejecución. El principio de aplicación mediante tratamiento de semillas es la translocación de los micronutrientes aplicados a la futura planta (Cheng, 1985), especialmente cuando las condiciones ambientales restringen el crecimiento de las raíces. Sin embargo, es importante que el productor siga las recomendaciones de uso y dosificación durante el tratamiento, ya que altas concentraciones de sales cerca de la semilla pueden perjudicar la emergencia de las plántulas (Pessoa, 2000).
En situaciones donde el micronutriente tiene baja movilidad en la planta, como es el caso del Zn, B y Cu, se puede aplicar foliarmente, asegurando una mayor oferta de demanda y asignación a las partes vegetativas (Lawson et al., 2015).
Por razones técnico-económicas, las aplicaciones foliares o mediante tratamiento de semillas se pueden realizar junto con aplicaciones con fungicidas, insecticidas, herbicidas y microorganismos benéficos, sin comprometer la calidad y rendimiento de las plantas. Según Bays et al. (2007), en trabajos realizados con cultivos de soja, la aplicación conjunta de fungicidas, micronutrientes (Co, Mo y B) y polímero, aseguró una mejor uniformidad en los tratamientos y no perjudicó la calidad y rendimiento de las semillas hasta el límite de 2 mL de micronutrientes por kilogramo de semillas, demostrando ser altamente eficiente.
Una alternativa es la aplicación vía suelo, la cual puede realizarse al voleo (con o sin incorporación), aplicada en el hoyo o en el surco de siembra, buscando aumentar su concentración en la solución del suelo. Sin embargo, es necesario que las fuentes de micronutrientes utilizadas sean solubilizadas en el suelo a una velocidad compatible con la tasa de absorción por las raíces y, aplicadas en regiones cercanas a estas, debido a la baja movilidad de algunos micronutrientes, principalmente en suelos arcillosos. (GONÇALVES et al., 2019).
También puedes optar por la fertirrigación, que combina dos factores principales esenciales en el crecimiento y desarrollo de las plantas: agua y nutrientes. Entre sus ventajas destacamos la menor necesidad de mano de obra, menor compactación del suelo, con menor tránsito de máquinas dentro de la zona, buena uniformidad en la distribución de fertilizantes, aplicación en el momento que la planta lo necesita, facilidad de subdivisión, menor erosión del suelo y reducción del daño físico. daños al cultivo (Bernardo et al., 2008).
Las menores concentraciones de micronutrientes se reflejan en su función como constituyentes de grupos protésicos en metaloproteínas y como activadores de reacciones enzimáticas. Su presencia en grupos protésicos les permite catalizar procesos redox por transferencia de electrones (principalmente los elementos de transición Fe, Mn, Cu y Mo). Los micronutrientes también forman complejos enzimáticos que unen la enzima al sustrato (por ejemplo, Fe y Zn). Actualmente también se sabe que varios micronutrientes (Mn, Zn, Cu) están presentes en las isoenzimas superóxido dismutasa (SD), que actúan como sistemas eliminadores para erradicar los radicales tóxicos de oxígeno con el fin de proteger las biomembranas, el ADN, la clorofila y las proteínas. Para los no metales B y Cl no existen enzimas ni otros compuestos orgánicos esenciales bien definidos que contengan estos elementos micronutrientes. Sin embargo, ya se ha establecido que B es un constituyente esencial de las paredes celulares (KIRKBY; ROMHELD, 2007).
Tabla 1 – Principales funciones de los micronutrientes vegetales.
Descripción básica de los micronutrientes:
- Boro (B): es particularmente importante en la multiplicación celular. Tiene extraordinaria importancia en la germinación de los granos de polen, en la formación de flores, frutos y raíces, en el movimiento de la savia y en la absorción de cationes. El boro es un elemento que tiene poca movilidad en la planta, suponiendo que se transporta únicamente en el xilema, ya que está prácticamente inmóvil en el floema.
- Cloro (Cl) – Su función está relacionada con la fotosíntesis, participando en la fotólisis del agua.
- Cobre (Cu) – Es el activador de varias enzimas dentro de la planta. Es esencial para las plantas, en procesos de oxidación y reducción.
- Hierro (Fe): es esencial para la formación de clorofila, la absorción de nitrógeno y diversos procesos enzimáticos.
- Manganeso (Mn): al igual que el hierro, también es necesario para la formación de clorofila, la reducción de nitratos y para la respiración. En algunos procesos metabólicos actúa como catalizador. Participa en la formación de ácido ascórbico (Vitamina C).
- Molibdeno (Mo) – Participa en la bioquímica de la absorción, transporte y fijación del nitrógeno.
- Zinc (Zn) – Ayuda al crecimiento de las plantas a través de su participación en la formación de ácido indolacético (AIA).
La adsorción de micronutrientes es un proceso de adhesión de estos a los coloides del suelo que es suficientemente fuerte, considerándose importante para controlar su abundancia y paso en la solución del suelo y, en consecuencia, su disponibilidad para las plantas (CAMARGO, 2006). En condiciones de campo, el suministro de micronutrientes a las plantas se produce principalmente a partir de la absorción del charco soluble en agua de la rizosfera, a menos que haya un suministro a las hojas mediante aplicación foliar. La reserva de rizosfera se repone mediante flujos de nutrientes a través del flujo másico y la difusión (Figura 1), siendo este último proceso el que hace la mayor contribución a la mayoría de los micronutrientes. Sin embargo, para la mayoría de los suelos cultivables (pero no, por ejemplo, los suelos contaminados con metales pesados), el suministro de especies de micronutrientes inorgánicos solubles de este depósito, incluida la reposición del flujo másico, es mucho menor de lo necesario para satisfacer las necesidades de la planta para un crecimiento óptimo (KIRKBY; ROMHELD, 2007).
Con el objetivo de aumentar la productividad y la calidad de los cultivos, es necesario mejorar el estado nutricional de los micronutrientes de los cultivos mediante el uso de un manejo adecuado. Para lograr este objetivo, es necesario utilizar una variedad de estrategias, incluido el suministro de fertilizantes con micronutrientes, el mejoramiento genético para obtener cultivares mejorados en términos de eficiencia de absorción de micronutrientes y la rotación de cultivos para aumentar la resistencia contra numerosos patógenos y otros estreses bióticos y abióticos (KIRKBY; ROMHELD, 2007).
Importancia de los micronutrientes en los principales cultivos brasileños
Para los cultivos de soja es destacable la influencia del Mo, que además de formar parte de la enzima nitrogenasa, también actúa sobre la nitrato reductasa, encargada de reducir el NO.3- , para ser asimilado por la planta (Pessoa et al., 1999). En suelos de llanura aluvial, la fijación de N puede ser menor en comparación con los suelos de secano, lo que hace viable agregar Co y Mo en los tratamientos de semillas, con el objetivo de aumentar la FBN (Scholles y Vargas, 2004).
En el caso del maíz, el tratamiento de las semillas con Zn garantiza una maximización de la eficiencia productiva del cultivo (Fancelli, 2001). Según Neto (2010), el tratamiento de semillas de maíz con Zn y Mo garantiza mayor masa seca del área y vigor durante el desarrollo de las plántulas, brindando mayor efectividad en su establecimiento.
El Ni participa en la síntesis de fitoalexinas, que aumentan la resistencia de las plantas de maíz a enfermedades (Reis et al, 2014). El nutriente también ejerce un efecto sinérgico cuando se aplica con los micronutrientes Cu y Fe, favoreciendo el desarrollo y productividad de las plantas de maíz (Torres et al., 2016).
Ohse et al. (2001) trabajando con arroz de regadío (cultivar BR-IRGA 410), empleando tratamiento con Zn (ZnSO4.7H2O a dosis de 0,67 g.kg-1 semillas), Cu (CuOCl a dosis de 0,135 g.kg-1 semillas) y B (H3B.O.3 a dosis de 0,065g.kg-1 semillas), obtuvieron resultados significativos sobre el vigor de las plántulas. Sin embargo, señaló que se debe evitar el uso de combinaciones de micronutrientes Zn+B y B+Cu, ya que provocan reducciones en el vigor.
El Si puede ayudar al cultivo de arroz en suelos con toxicidad por Al (Nhan y Hai, 2013). Según Freitas et al. (2012) hubo un aumento en la productividad de grano en arroz de secano a través de dosis crecientes de Si y cultivo bajo estrés de Al y N, disminuyendo también el contenido de Al en la parte aérea de las plantas (Freitas et al., 2015).
Para el frijol, Silva et al. (2014) observaron que la aplicación de Cu en forma quelatada (EDTA) incrementó significativamente el contenido de Cu disponible en el suelo y en la planta, mientras que cuando se aplicó la fuente sulfatada no se observó aumento del nutriente en la planta. En cuanto al Zn, los mismos autores observaron que la fuente más absorbida por la planta de frijol es la sulfatada.
Aplicación foliar de micronutrientes con fertilizantes ILSA
Como se analiza en el texto, el aumento de la productividad y la calidad de los cultivos está vinculado al uso de diversas prácticas de manejo, incluido el suministro correcto de micronutrientes que son esenciales para el desarrollo de las plantas. Sin embargo, muchas características de estos nutrientes, como su movilidad, acaban afectando a la absorción por parte de las plantas. De esta manera, el suministro de estos elementos en forma foliar es una alternativa para evitar posibles carencias en las plantas, poniendo a disposición los nutrientes de forma puntual, local y de rápida absorción.
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Referencias:
Bahías R et al. Recubrimiento de semillas de soja con micronutrientes, fungicida y polímero. 2007.
BARROS, José. Fertilidad del suelo y nutrición vegetal. 2020.
Bernardo S et al. Manual de riego. 2008.
CAMARGO de, OA Reacciones e interacciones de micronutrientes en el suelo. 2006.
Cheng T. El efecto del tratamiento de semillas con microelementos sobre la germinación y el crecimiento temprano del trigo. 1985.
Fancelli AL. Fisiología de las plantas de maíz en condiciones fuera de temporada. 2001.
Freitas LB et al. Interacción de silicio y aluminio en plantas de arroz de secano cultivadas en suelo aluminoso. 2012.
Freitas LB et al. Silicio en nutrición mineral y acumulación de aluminio en plantas de arroz de secano. 2015.
GONÇALVES, Ana Stella Freire; DE OLIVEIRA NETO, Sebastião Soares; MACHADO, Guilherme Gonçalves. Uso de micronutrientes en agricultura: efectos y aplicaciones. Rev Agr Bras, vol. 3, pág. 1-4, 2019.
KIRKBY, Ernest Arnold; ROMHELD, Volker. Micronutrientes en fisiología vegetal: funciones, absorción y movilidad. Información agronómica, vol. 118, núm. 2, pág. 1-24, 2007.
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Pessoa ACS et al. Germinación y desarrollo inicial de plantas de maíz en respuesta al tratamiento de semillas con boro. 2000.
Neto AJM et al. Efecto del tratamiento de semillas con micronutrientes (Zn y Mo) sobre el desarrollo de plántulas de maíz (Zea mays). 2010.
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Torres GN et al. Crecimiento y concentración de micronutrientes en plantas de maíz bajo aplicaciones de níquel y cal. 2016.
Autores
Ing. Agr. Dra. Angélica Schmitz Heinzen
Ing. Agr. Maestría en Ciencias. Carolina Custodio Pinto
Ing. Agr. Maestría en Ciencias. Thiago Stella de Freitas